lunes, 30 de junio de 2014

Cocinando con Mateo y Bruno


 Estos son Mateo y Bruno ya cenando pizza después de pasar un sábado de cocinillas.

 Como este sábado sus padres asistían a un congreso, pasé el día entero con ellos, y como ya el viernes sabíamos que desde por la mañana del sábado iba a llover, pues acordamos cocinar juntos por la mañana y salir luego a comer por ahí con la tía Toñi.

 Me lié la manta a la cabeza... o mejor dicho la batidora y algunos utensilios e ingredientes al maletero... y allá me fui para llegar a las 8.30 de la mañana a su casa.




 Como acababan de levantarse, pasamos un rato ordenando las ideas Bruno quería hacer una tarta de media pelota; a Mateo le daba lo mismo qué forma tuviera, lo que quería era que no tuviera mermelada ni frutas por dentro, y yo, pues a mi me daba igual hacer una cosa u otra.

 Sus padres no iban a volver hasta la noche, y nosotros nos lo íbamos a pasar genial!!

 Repartimos las cosas en la mesa de la cocina, y nos pusimos a ver qué ingredientes había traído, cuales eran las recetas más apetecibles de las que llevaba y a valorar qué podíamos hacer con lo que había...



 Uhmm... parece que estaba claro que íbamos a poder hacer la media esfera con el bol de cristal, y también teníamos la posibilidad de hacer cupcakes bien en cápsulas, o bien en mini-cucuruchos planos con baño interior de chocolate que encontré hacía unos días en el Lidl, o en barquetas de obleas que había comprado en Doce Marta teníamos un montón de posibilidades con tanto ingrediente.

 Llegados a este punto, se tomó la decisión de hacerlo todo: hacer tarta de "media pelota" de chocolate y hacer cupcakes "raros" (osea sin cápsulas)

 Así que nos pusimos con la receta que iba  a ser la misma para la tarta que para los cupcakes; así que a ello:

 Ingredientes para una tarta semiesferica en un bol de 18 cm y unos 32 minicupcakes (en nuestro caso 12 en obleas redondas y 20 en mini-cucuruchos de barquillo)

  • 250 gr harina de trigo
  • 250 gr de azúcar moreno
  • 4 huevos M (nosotros solo teníamos L asi que usamos 3)
  • 125 ml de aceite suave (nosotros usamos de girasol)
  • 150 ml de leche semidesnatada
  • 200 gr de crema de cacao de untar (nutella/nocilla/coted'or...)
  • 2 cucharaditas de café rasas de levadura química tipo Royal
  • 3 cucharadas soperas de azúcar avainallado


 Empezamos mezclando en la batidora el aceite con el azúcar moreno y el avainillado, cuando parece que está bien integrado, se añaden los huevos poco a poco, paramos un momento el batido y añadimos la harina con la levadura tamizándola con un colador.

 
 En este momento, a Mateo le debió de parecer que se pringaba innecesariamente y cambió cocinar por jugar con sus coches de policía en el suelo del salón.

 Así que como estas cosas no se pueden dejar a medias, seguimos en la cocina Bruno y yo, y Mateo venía de vez en cuando a visitarnos para supervisar lo que hacíamos, probar las mezclas y los ingredientes.

 Pusimos el horno a precalentar a 170 ºC, devolvimos el bol a su sitio en el soporte de la batidora y seguimos batiendo a velocidad baja para que no vuele la harina.

 Mientras metimos la crema de cacao en el microondas para que se vuelva más fluida; pero no más de 1 minuto, que sino se quema y no lo necesitamos muy caliente, basta con que esté más fluida.

 La echamos en hilo sobre la crema que se ha formado ya en nuestro bol, y cuando está bien integrado, añadimos la leche sin dejar de batir.


 Es en este momento cuando es importante probar un poquito la crema para valorar el punto de dulzor.

 A ver? Uy!! Sí!! Parece que la nuestra salió buena...


  buenaaaa... pero que muy buena

 tan buena que cuando ya habíamos llenado la mitad del molde para la tarta, aquí Bruno seguía chupando la espátula.
 

  Hay que recordar que no se deben llenar los moldes de bizcochos más que la mitad; como mucho dos tercios de su capacidad, porque sino se desbordan durante el horneado.



 Metimos entonces el molde de la tarta en el horno a 170 ºC durante 30 minutos, y mientras dispusimos en la bandeja del horno los barquillos para rellenarlos como veis unos eran minicucuruchos bañados en chocolate por dentro, y los otros eran como pequeñas barquetas para helado (la verdad es que todos muuuuy ricos. Bruno da fe!)
 


 Nos pasamos a una cuchara de tamaño mediano, además de porque Bruno estaba encantado chupeteando la espátula y no hubiera estado bien continuar trabajando con ella sin lavarla, porque estos moldes tienen una abertura incómoda para una espátula.

 Los rellenamos de nuevo no más que por la mitad


 Y cuando pasaron los treinta minutos de la tarta, la bajamos ésta un piso, y en la ranura alta, pusimos la bandeja de cupcakes veinte minutos más


 En total la tarta estaría 50 minutos en el horno a 170 ºC y los cupcakes solo 20 minutos en la parte alta del horno.

 Cuando estuvo todo hecho lo dejamos enfriar en una rejilla, y nos fuimos a comer con la tía Toñi y el tío damián que también se animó a salir on nosotros. Necesitábamos comprar algunos ingredientes que no teníamos para la buttercream, y aprovechamos un poco para "darnos un aire" antes de volver a casa.


 A la vuelta, nos pusimos con las cremas y los rellenos.

 Primero nos pusimos con la tarta (siento no tener fotos de esta preparación, pero me salieron tan quemadas del flash que no se ve nada hasta el resultado final)

 
 Ingredientes para el relleno:
  •  1 bote de fluff blanco de nube
  •  1 bote de dulce de leche
 Bruno, que es todo un artista mezclando sabores, hizo un corte a la tarta por la mitad, y separó las dos caras; le untó a un lado un relleno de fluff blanco de nube y al otro una gran capa de dulce de leche de tal modo que cuando se juntaron las dos caras... la mezcla estaba francamente rica



 Para la cobertura usamos una tarrina de cobertura de chocolate del lidl para microndas que ponía que había que calentarla entre 2 y 3 minutos, pero que en realidad con 1 solo minuto era más que suficiente.

 Una vez cerrada de nuevo la tarta, echamos la cobertura de chocolate por encima, y antes de que se secara del todo pusimos unas decoraciones de flores y animales de azúcar, unas minicokies y raspaduras de chocolate y fideos de chocolate para que pareciera un volcán.


  Los espirales amarillos eran de buttercream de vainilla que hicimos para los cupcakes y que ahora os explico.

 Ingredientes para la buttercream de vainilla:
  •  250 ml nata para montar
  •  125 gr de queso mascarpone
  •  125 gr mantequilla con sal a temperatura ambiente
  •  200 gr de icing sugar (nosotros no teníamos, y usamos azúcar normal, asegurándonos de que se disolviera bien en la nata para poder trabajar con el resto de ingredientes)
  •  1 cucharada sopera de pasta de vainilla
 Mezclamos el azúcar con la nata y montamos hasta que sea casi mantequilla, y añadimos a cucharadas el queso mascarpone procurando que el suero no corte la mezcla (si ésto ocurriera, podemos intentar estabilizarla con un estabilizador específico para natas, o con leche en polvo añadida también a cucharadas para no pasarnos) y dejamos mezclar de nuevo hasta que tenga una textura adecuada,


 Una vez bien compactado todo, añadimos la vainilla y después la mantequilla. Cuando está bien integrado lo tendremos con una dureza adecuada para cargar una manga pastelera con boquilla de tuvo para rellenar los cupcakes.


 Primero con un descorazonador de manzanas quitamos un poco de bizcocho con cuidado de no hundirlo demasiado para que el corte no se vaya al otro lado de la oblea:


 Luego, con la manga pastelera, lo rellenamos sin que se derrame nada por fuera:


 y por último cambiando la boquilla, lo cubrimos de buttercream blanca y springles de estrellitas los cucuruchos, 


 La concentración de Bruno al poner las estrellitas tuvo como resultado una presentación perfecta y exquisita:



 Para las barquetas, decidió que mejor teñíamos un poco la buttercream de azul y decorábamos con una flor de azúcar. De nuevo un resultado la mar de atractivo:


 El resultado final de un día cocinero? Pues vosotr@s me diréis... Buenísimo todo, además de muy divertido.


 Cuando terminamos nos pusimos a merendar-cenar unas pizzas mientras esperábamos por sus padres viendo un rato la tele.


 ...Y así se nos pasó el sábado.

 Os recomiendo esta experiencia encarecidamente a tod@s los que tengáis a vuestro alrededor a pequeñ@s interesados en la cocina. Escoged para empezar algún plato o postre que les guste, enseñándoles a usar los utensilios peligrosos creando un espacio seguro para que participen directamente de la elaboración de los platos, conseguiréis que practiquen motricidad fina, facilitarles el desarrollo de la autonomía frente a los utensilios, pasar ratos distendidos muy divertidos y fomentar una alimentación más completa en aquell@s que aún no comen de todo.

 Aún no he conocido a ningún niñ@ que no quiera comer un plato que haya preparado él o ella aunque sean... por ejemplo: espinacas con pescado!!!




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