jueves, 15 de mayo de 2014

Compota de manzana, nuez y vainilla

 
 Una de las ventajas de vivir en la misma línea de frontera con otro pais, es que te permite relacionarte con dos culturas al mismo tiempo, pudiendo disfrutar de lo mejor de ambas.



 En mi caso que soy una fervorosa fan de Portugal, me siento especialmente afortunada de vivir tan cerca. No sabría decir si por la integración postocolonial en lo gastronómico, si por la riqueza de su culinaria,...o qué; pero al igual que España tiene una riqueza extraordinaria en cuanto a ingredientes y originalidad de combinaciones y eso siempre deriva en productos extraordinarios.
 
 Hace unos días que fui a hacer la compra al Pingo Doce, un hipermercado portugués que sin ser exageradamente grande es completo y variado; y en el pasillo de "doces e açucar" (dulces y azucar) donde encuentro habitualmente muchos de los ingredientes que en España solo encontraría en tiendas de repostería especializadas; encontré una variedad enorme de mermeladasla además de las habituales internacionales de las marcas Bonne Mamam, o St. Dalfour, de sabores comunes como fresa, melocotón o ciruela..., había mermeladas artesanas portuguesas de las marcas Casa Pintos, Serra da Estrela, Casa da Prisca o Quinta do Vale de Rosa entre otras de las que ya ni recuerdo las marcas.
 



  Pero que son mermelada de otras variedades poco comunes en España: de peras al vino de Oporto, de calabaza con piñones, de tomate y jenjibre, o de higos con almendras... y una que me llamó especialmente la atención que era mermelada de manzana con nueces.

 Ante tanta variedad imprevista, me atoré y no supe bien con cual quedarme, así que compré un bote de peras al oporto, que es un postre que de siempre me encanta, y que hecho mermelada... uhmmm; debia de estar francamente rico.

 Tuve en la cabeza unos días la idea de intentar hacer yo misma la mermelada de manzanas con nueces en casa, (porque tengo unas manzanas muy ricas que me dió una vecina de su finca y unas nueces belgas muy sabrosas) pero para mermeladas hechas en casa, mejor las de Belén, que a mí lo que de verdad me gusta hacer con las manzanas es asarlas o tomarlas en compota, así que me lié la manta a la cabeza e hice un híbrido:


 Compota de manzana con nueces y vainilla de Madagascar

Ingredientes (para aproximadamente un kilo y medio de compota):
  • 1 1/2 Kg de manazanas 
  • 2 vainas de vainilla
  • 300 gr de nueces sin cáscara troceadas
  • 400 gr de azucar mascabado
  • 400 ml de agua
 Con la monda bien limpita de arenas y pólenes, se descorazonan las manzanas y trocean en pedazos pequeños y lo más iguales posibles para que la textura de la compota sea homogénea

 Se echan en un cazo los ingredientes en este orden: primero las manzanas y las vainas de vainilla con la mitad del agua, todo el azucar, y por último como quien lo espolvorea, echamos por encima las nueces sin cáscara, troceadas y limpias.

 Se pone la olla con tapa a fuego medio hasta que empieze a hervir que le sacaremos la tapa. Si burbujea con demasiada fuerza, le bajamos un poco el fuego. Si las manzanas no están soltando agua, añadimos más, no toda todavía hasta comprobar al cabo de otros 15 minutos que no sueltan más agua que entonces sí echaremos la que reste.



 Dejamos que se cocinen durante al menos 35 minutos a fuego medio o bajo revolviendo con una cuchara de madera de vez en cuando. Comprobada la dureza de las nueces que deberían estar crujientes pero no secas y la textura de las manzanas, dejamos que se termine de cocinar unos 15 o 20 minutos más dependiendo de la dureza de los frutos y nuestra preferencia personal. Mientras hemos sacado las vainas de vainilla, abrimos por la mitad, con un cuchillo rozamos el interior de las vainas y esa pastita negra tan aromática la devolvemos al cazo.

 Revolvemos bien para que la vainilla se integre y se mezcle con el almibar, apagamos el fuego, tapamos la olla y dejamos que repose un poco (comerlo así sería un poco suicida porque está increiblemente caliente) o incluso lo podemos envasar como hice yo, que me dejé la ración que iba a tomar enfriando en un bol, y metí en botes el resto.




  Si eres de las personas a las que le gustan las texturas más sólidas, mi recomendación es que mientras esté aún caliente, le mezcles unas hojas de gelatina y revuelvas bien hasta que se integre, y luego lo dejes enfriar en un molde que te parezaca atractivo para que cuando lo sirvas tenga la forma que desees.
 No olvides que la manzana (unas especies más qe otras) libera jalea, y ésta al enfriar aporta de por sí una textura un poco gelatinosa muy agradable al paladar.

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